La teoría de la contabilidad financiera establece que la contabilidad ha
de darnos respuestas tanto a terceros interesados en la gestión
empresarial como a los propios gestores. La importancia social de la
contabilidad se hace patente desde el momento que los intereses de la
empresa no se reducen a la de sus propietarios, sino a la sociedad a la
que está inmersa. Los activos fijos o inmovilizados tangibles o
materiales configuran la situación financiero-patrimonial de una empresa
y el estudio de los resultados y de la capacidad interpretativa que
posee la contabilidad.
Los activos son fijos inmovilizado o bienes de uso, además de ser
circulantes o bienes de cambios tales como existencias, derechos de
cobro y tesorería.
Los pasivos son los patrimonios netos, pasivo fijo o a largo plazo o los
pasivos circulantes a corto plazo.
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